Detrás de la puerta de nuestro dormitorio oigo los gemidos de mi novia mientras el corneador se la está…

Con permiso de mi admirado Giorgio Bassani he utilizado el título de una de sus novelas, "Detrás de la puerta" para completar el de la entrada que nos ocupa. De paso, aprovecho para recomendaros la lectura de esta novela de Bassani, os gustará.


Creo que el titular deja pocas dudas sobre lo que os vais a encontrar en el siguiente audio. 
Un amigo lector del blog me ha enviado este archivo. Lo grabó pegado a la puerta de su dormitorio. La que gime es su novia que recibe las embestidas del amigo de la pareja. El corneador es un muchacho de Madrid que ha viagrizado, en cierta manera, la vida sexual de esta pareja. Al muchacho no se le oye muy bien en el audio pero sin duda se le siente.
Escuchar con atención, poner el volumen al máximo, como dice el gran Diego Manrique y disfrutar de ese momento. Ojo, no es video, sólo audio.





Os cuento de los antecedentes y como llegó la pareja a este momento cumbre
Hace un año contactó conmigo el novio de esta pareja de Madrid. Me felicitaba por el blog del que se consideraba lector habitual y me hacía partícipe de alguno de sus secretos de alcoba. Por lo que me contó, disfrutaban de una activa vida sexual, llevaban juntos seis años y en ese tiempo no había día que no cayeran uno o dos polvos.
Este frenesí sexual les llevó a meterse por otros caminos y probaron los tríos con otros chicos. Tenía que ser sólo con chicos ya que su novia quería ser la única mujer en estos juegos de cama.
Hicieron los convencionales tríos HMH: doble penetración, tú por delante yo por detrás y otras prácticas dentro de este palo sexual. También realizaron tríos con un ligero toque bisexual, es decir, besos a tres, comida de rabo a dos bocas, etc. etc.
El caso es que la princesa de este cuento, la novia de mi amigo, empezó a aburrirse también con los tríos. Fue rotunda y le soltó: “estoy un poco cansada de esto, resulta hacer sexo por duplicado, ya que todos los chicos que vienen son una copia tuya”.

Plaza de Nelson Mandela en pleno centro del madrileño Barrio de Lavapiés.
Plaza de Nelsón Mandela en el madrileño y multicultural Barrio de Lavapiés.
Mi amigo le comentó el contenido de este humilde blog y las posibilidades que el sexo corno podía ofrecerles. También le subrayó que dada su fogosidad, la práctica corna suponía incorporar a la pareja a un tipo más activo que él, con más rabazo y con otro estilo de follar. En definitiva, cambiar. A su chica le pareció una idea fantástica.
Me vais a permitir en este punto que haga referencia a una anécdota que nos contaba un genial profesor de Publicidad que tuve en la carrera. Además de la teoría de cómo funcionaba una agencia en los años cincuenta, sesenta y setenta, también hacía referencia a las prácticas que no venían a los manuales. En su experiencia como jefe de cuentas de una agencia multinacional, nos decía que cuando estaban en negociación con un nuevo cliente siempre incluían en el equipo a un gancho, es decir, a una mujer que fuera la antítesis de la esposa del cliente. Esto suponía una ayuda importante a la hora de convencerle para que les eligiera como agencia. Puta publicidad y como han cambiado los tiempos.
Digo esto, como recomendación para muchos de vosotros que me pedís consejo sobre que tipo de corneador es el más conveniente para la esposa. Y como siempre digo: que el corneador tenga aptitud y actitud y a ser posible que sea una antítesis o casi del marido cornudo. Por ejemplo, si el cornudo es moreno elegir un rubio para que la reina varíe.
A diferencia de otros casos que he comentado aquí, en esta pareja la complicidad y predisposición de la novia a realizar la fantasía era del cien por cien. Menuda es ella, una gran mujer, sin duda.
Y se pusieron manos a la obra. La pareja vive en el madrileño barrio de Lavapiés. Los días siguientes a la decisión pasearon por las calles y bares de la zona, como sabéis esta zona de Madrid es un punto en ebullición multicultural que también os recomiendo que visitéis. Por la zona fueron a calles y locales que son frecuentados por chicos de color, no descartaban la posibilidad de que el amigo fuera un auténtico bull negro. Después de unas semanas sin encontrar lo que querían optaron por las páginas de contactos y redes sociales.

Por la zona de Lavapiés fueron a calles y locales que son frecuentados por chicos de color, no descartaban la posibilidad de que el amigo fuera un auténtico bull negro. 

Recibieron cerca de 75 propuestas de chicos tras poner algunos anuncios. Descartados 70 se centraron en cinco y me mandaron los perfiles de ellos. Le recomendé a un muchacho de 36 años, trasmitía veracidad, seriedad y era muy diferente a mi amigo, en casi todos los sentidos, además tenía experiencia en esto de los juegos de cornos. Aprovecho para recomendaros precaución con los perfiles de las páginas de contactos, en muchos casos no es que mientan pero sí exageran un poco y os podéis llevar desagradables sorpresas.
Llega el día y pareja conoce a chico elegido. Chico es más alto, con más rabo y con dilatada experiencia en sexo con casadas. Chico gusta a novia de mi amigo y este dice que adelante. Eso sí, mi amigo quiere dejar claro una cosa, se trata de un trío corno a nivel iniciático, es decir, que mi amigo quiere estar presente y participar, novia sonríe y chico no pone objeciones.
Mi amigo me confesó desde que se levantaron del bar para ir a su casa, situada a pocas manzanas, el chico estuvo sobando a su novia sin parar. En ese momento mi amigo se dio cuenta de que era un tipo bastante dominante y que su novia no ponía pegas a sus indicaciones y manera de actuar.
Cuando llegaron a casa mi amigo abrió una botella de vino, mientras, la pareja estaba entregada a un morreo en el sofá, me confesó que en ese momento empezó a sentirse invisible. Los besos dieron paso a un magreo más fuerte y empezaron a denudarse mientras se dirigían al dormitorio. Mi amigo detrás de ellos iba recogiendo la ropa que los dos iban tirando y dándose cuenta que su novia estaba disfrutando al máximo.
Tumbados y desnudos en la cama, con medio rabo metido en la en la rajita de la princesa, mi amigo optó por desnudarse y tirarse a la piscina pero dada la fogosidad de los otros dos pensó que lo mejor sería situarse a la espalda de su novia e intentar pillar algo de cacho.
No le dieron opción, su novia le daba la espalda en el más amplio sentido de la frase y cuando intentaba algo era bloqueado por los otros dos como si estos fueran la defensa en zona de Los Angeles Lakers. Estaba claro, le tocaba estar de miranda y para mirar mejor se levantó de la cama y se sentó en el sillón de la habitación donde pudo contemplar en zona Premium el polvazo que se estaban pegando.
Aquella primera sesión se prolongó hasta altas horas de la madrugada y mi amigo se liquidó el solito la botella de vino, fue testigo de aquel encuentro y pudo comprobar en que lugar de la cama se derramaba la lefa que no entraba por los agujeros de su novia quería memorizarlo porque luego le tocaba a él dormir en esas mismas sábanas.
No os he hablado de la novia. Es una chica de 26 años, vestida os puedo asegurar que llama la atención y desnuda es de esas que desprenden una sensualidad en sus curvas que te dejan boquiabierto. La conozco y tiene un cuerpo precioso pero lo que más me llama la atención es su sonrisa, de catálogo. Es una belleza latina con mezcla de padre español y madre dominicana, una maravillosa consecuencia de lo que nos ha traído la globalización, no iba a ser todo malo.
De mi amigo os diré que es el típico chavalote, de estilo muy similar a lo que circula por Lavapiés, una excelente persona, con una incipiente calvicie y un cuerpo en el que abundan los tatuajes. Tiene buena herramienta según novia pero no es comparable con el cipote que se gasta el amigo corneador, así me lo describió mi amigo: “anchote, cercano a los 22 cm que entraban en su totalidad en el coñito de mi chica y sabiéndolo manejar”.
Después de aquel primer encuentro mi amigo me confesó que dudaba volver a repetir la experiencia, al menos con el mismo corneador. Le quedó cierto sabor agridulce, no se esperaba que su papel en aquel primer encuentro se iba a limitar a estar viendo como otro tío se follaba a su chica en su presencia. Su novia, según me comentó, no volvió a hablar del asunto y tuvieron otra vez sexo satisfactorio pero aquella escena no se borraba de la mente de mi amigo y en el fondo quería sentir otra vez todo lo que experimentó en esos momentos.
Me pidió consejo y le recomendé que disfrutara del recuerdo y que si su novia había quedado satisfecha, no tenía derecho a hurtarle la repetición de la experiencia pero noté, y fui muy sincero con el, que aunque no lo reconociera por su actitud y comentarios yo estaba convencido que había disfrutado tanto o más que su novia. “No jodas Alberto”, eso respondió a mi afirmación.
“No jodas Alberto” pero dos semanas después volvieron a quedar con el muchacho. Sólo para tomar unos vinos y charlar, eso fue lo que mi amigo le dijo al ya corneador de su novia: “nos gustaría que nos contaras alguna de tus experiencias y tomar algo, nada más, si mi novia quiere, adelante, pero si no, cada uno para su casa”.
Quedaron en un bar que últimamente lo está petando, el que está al lado del Teatro Pavón. La verdad es que con el follón que había en el local poco pudieron hablar pero el corneador, según me dijo mi amigo, no perdió el tiempo y desde el minuto uno no dejó de sobar a su novia. Salieron del bar para tomar otro vino en un sitio más tranquilo pero se decidieron que lo mejor era irse, los tres, a casa. “Alberto, me sentía un poco fuera de lugar, ellos iban amarrados como novios, haciéndose confidencias, riéndose y yo como una carabina de la pareja sin ninguna autoridad”.

El bar está al lado del Teatro Pavón que últimamente fue sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Subiendo por la calle de Embajadores a la derecha.

Ya en su casa el magreo fue de escándalo. La novia le bajó los pantalones al corneador nada más entrar y empezó a comerle el rabo de manera ansiosa y tragona. Mi amigo me confesó que se retiró porque temía que le hicieran bajar al pilón y por eso sí que no iba a pasar.
La historia se volvía a repetir, los dos terminaron de desnudarse y a tirar la ropa el suelo y mi amigo a recoger. Ya en la habitación, tumbados en la cama, el corneador le empezó a hacer una comida de coño de las que crean afición para a continuación empezar la faena centrándose en la boca de la princesa con un pausado beso profundo, muy profundo. Mi amigo fue a sentarse en el butacón del dormitorio pero antes de hacerlo el corneador, interrumpiendo la comida de boca que le estaba haciendo a la novia, le indicó que saliera de la habitación y cerrara la puerta. Mi amigo se quedó inmóvil sólo reaccionó cuando su novia le sugirió con una cómplice sonrisa: “hazle caso papi”. Entendió lo que le tocaba pero lo que no comprendió es que en ese momento tuviera una fuerte erección mientras abandonaba la habitación y cerraba la puerta.
Detrás de la puerta, sentado en el salón de su casa, pudo oír el traqueteo de la cama y los gemidos de su novia. No cayó hasta el momento en el que creía que estaban con el tercer polvo que podía grabar el sonido de los gemidos de su novia y el escándalo sonoro del que todos los vecinos eran testigos. Con él su novia no gritaba tanto. Lo grabó en su Smartphone y me lo envió como prueba. Y esto es todo amigos.

Una típica imagen de Lavapiés y las fachadas de sus más que centenarias corralas.

La segunda serie de Ely y Alex, “me prende mucho verla coger con otro porque se transforma…”

Seguro que muchos de vosotros, mis queridos lectores y lectoras, recordaréis una entrada que publiqué cuando el frío diciembre ponía fin a 2015. Me refiero a: Me prende mucho verla coger con otro porque se transforma y mueve el culo de una forma espectacular” lo dice Alex sobre Ely, su esposa. Ya habréis hecho memoria porque es difícil olvidarse de Ely. 



Pacté una entrevista con Alex, el marido, quería saber cómo le gustaban las pollas a Ely, conocer sí se calentaba aún más cuando veía la cara de su esposo mientras ella se folla al amigo de turno. Me interesaba mucho saber cuáles eran las cualidades que Ely destacaba de un buen corneador y cómo valoraba la actuación de su marido, Alex, en este tipo de juegos.

También quería saber de Alex las características que más le llamaban la atención a la hora de elegir un buen caballero corneador y que me hablara de los siguientes retos que se iban a fijar como pareja corna.



Decepción, al final, como pasa muchas veces, no respondieron a mi cita para realizar la entrevista.

De momento nos quedaremos con las ganas de saber de su boca las respuestas a mis curiosidades pero tengo y tenéis la suerte de que Alex me envío, previo a la entrevista, la segunda serie de imágenes que me autorizó a publicar. Aquí van.

Si en diciembre Ely nos calentó el invierno seguro que con esta segunda entrega nos enfría el verano en España y seguro que su sensualidad no pasa desapercibida en los lugares que nos siguen: México, Argentina, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos, etc. etc.

Con el permiso de su marido, Alex, disfrutar de la visión de Ely en su segunda serie.












Si os habéis quedado con ganas, echar un vistazo a su primera entrada. Pero cuidado, porque seguro que os quedaréis con más ganas después de verla. Aquí el enlace:









Conversaciones con un marido candaulista: “me excita observar como otros hombres miran con deseo sexual a mi esposa”

Alberto, yo tengo 41 años y ella 51. Nos conocemos y estamos juntos desde hace poco más de cinco años. La conocí por una web de esas de buscar pareja a través de internet. Ella era viuda desde hacía unos años y buscaba pareja. En cuanto la conocí me di cuenta de que era sexualmente muy activa y que después de estar varios años ejerciendo de viuda afligida tenía ya muchas ganas de polla. De hecho, yo no fui el primer hombre que había conocido a través de esa página web, había ya varios antes que yo, con unos de ellos (el camionero) había llegado a follar varias veces; lo que pasó es que después de que se la folló bien follada y la guarreó como quiso, la dejó plantada. Después de este tipo fue cuando me conoció a mí.

Yo soy funcionario de poco nivel y ella después de enviudar volvió a la vida profesional con cierto éxito. Dejó de ser ama de casa para ocupar un buen puesto en una empresa de marketing de nuestra ciudad.



Es curioso Alberto que en nuestra conversación antes de que te hablara de mi mujer me preguntaste por los libros que nos gustan. Estuvimos hablando bastante de mi libro favorito “El señor de los anillos”. Ya te dije que a ella le gustan mucho los libros de autoayuda y de Jorge Bucay. A mí me gusta más el cine que a ella y a veces vemos “Lo que el viento se llevó”, me dice que se identifica mucho con la protagonista. 

Desde luego a mi esposa le gustan más las pollas grandes que los libros y las películas. Siempre que sale el tema de que “el tamaño no importa” suelta una carcajada y siempre dice: “ande o no ande mejor que el caballo sea grande”. Cuando vemos alguna peli porno noto como se excita cuando sale alguno de esos pollones típicos de estas películas. No me ha contado mucho de sus anteriores amantes y eso que yo siempre procuro sacar el tema pero por lo que me da a entender aquel camionero que la plantó debía gastarse un buen cipote. No veas la gracia que me hace Alberto, si vieras mi micropene entenderías porque mi mujer echa de menos al camionero.

A tu pregunta de si me gustaría verle el chocho lefado por otro ya sabes mi respuesta, me encantaría pero a ella no me he atrevido a decírselo, estoy seguro que se molestaría y no lo entendería. Siempre que le he sugerido que me gustaría hacer un trío o que me gustaría verla follando estando yo de mirón, se ha molestado bastante. Nunca me ha contado sus fantasías sexuales pero si te puedo decir Alberto que cuando follamos si quiero excitarla al máximo le cuento como me gustaría hacérselo en algún sitio público, en la calle, en un parque o en la playa… a la vista de algunos.



Ella tiene un carácter fuerte en contraposición con mi docilidad marital. Se gasta una considerable mala leche e incluso me consta que mucha gente de su alrededor la considera un poco borde. Ya imaginas Alberto quien lleva los pantalones en casa, y que coño, además vivimos en su casa. Es una maniática de la limpieza y está obsesionada con el orden. Le da mucha importancia al dinero y se preocupa mucho por su aspecto físico, se ve gorda y está obsesionada con adelgazar. Lo que más le gusta es viajar, al año tienen que caer como mínimo dos viajes fuera de España.

Yo le soy fiel pero más que nada porque no me ha surgido ninguna oportunidad, si surge ten por seguro que me tiro al monte. De hecho hace un par de años un amigo me presentó a una mujer de 60 años y estuve a punto de ponerle unos cuernazos pero no surgió y es que Alberto aquella mujer reunía dos características que me atraen al máximo: exceso de peso y unas tetorras impresionantes, y eso que la señora era fea de cojones pero el conjunto me ponía a mil. Tuve un par de citas con ella en las que hubo magreos pero luego la buena señora desapareció sin que pudiéramos llegar a algo más. Me gustan mucho las mujeres en los 60 y entradas en carnes pero no he tenido más oportunidades. También es verdad que vivimos en una ciudad de provincias y resulta difícil pasar desapercibido en este tipo de lances. Mi mujer, creo, no me ha sido infiel y eso que por su trabajo rara es la semana que no tiene relación con tres o cuatro tíos diferentes. Podría serme infiel y me consta que le encantan los hombres con unas características determinadas pero siempre me lo niega y lo trata de disimular. Alberto, a veces, imaginando que mi mujer se lo hace con su jefe o con alguno de sus clientes me excito y acabo haciéndome un pajote al imaginarlo.

Creo que a ella le importa más que nuestra pareja se consolide y funcione en el futuro que tengamos una vida sexual más plena, más abierta y en la que puedan participar otros hombres.

Por mi parte te puedo asegurar que lo más excitante para mi es exhibirla, saber que otros hombres pueden verla desnuda y se hacen pajas mirándola y me dicen sin tapujos lo que le harían, diciéndome lo cerda y puta que es, me pone que empleen ese lenguaje obsceno. Pero no me deja hacerle fotos por eso no te puedo enviar nada para que las publiques. Me conformo con hablar de ella con otros conocidos que entienden y también cuando voy con ella de viaje o paseamos por nuestra ciudad y observo como otros hombres la miran, eso me excita y espero que algún día con tus consejos pueda llegar a convencerla para poder enseñarla en pelota o para compartirla con tipos que tengan mejor rabo que el mío.

Para que tus lectores se hagan una idea, la mayoría de los amigos que la han visto y con los que tengo confianza para que me comenten, destacan su culo grandote y caído por lo general a todos mis amigos que entienden les encantaría follársela por el ojete, eso me dicen. También hay consenso entre todos en su cara de viciosa cachonda. Todos, absolutamente todos mis amigos con los que he sacado el tema me piden que les arregle el asunto para que se la follen. Ya te digo. Gracias Alberto por tu ayuda.

Nota aclaratoria de Alberto Toro.
Yo he visto a la mujer de este amigo, siento no poder incluir ninguna imagen y hago con ello una excepción porque publicarla sin la autorización de ella sería un riesgo innecesario para el blog. En este caso he hecho una excepción porque la experiencia de este amigo y su mujer me parecía interesante y porque yo he comprobado, en persona, la veracidad y la belleza de esta borde esposa. Y os aseguro que todo lo dicho por el amigo es cierto y que realmente su esposa tiene un culazo estupendo, es una borde antipática y tiene una cara de viciosa que no puede con ella. A los que os gustan las mujeres entradas en los 50 y con carnes colgando os encantaría.

Cito a continuación, literalmente, la definición que la Wikipedia hace candaulismo y aprovecho para que mis queridos lectores os rasquéis el bolsillo y colaboréis con esta enciclopedia libre y útil.

"El candaulismo o la candalagnia son términos médicos que se refieren al impulso psicológico de un sujeto de exponer a su pareja sexual o imágenes de ella o el, ante otras personas con el fin de obtener gratificación erótica. En una variante, del candaulismo, el sujeto obtiene gratificación sexual obligando a su pareja a exponerse sexualmente, desnudarse o realizar actos sexuales con otra persona. Se agrupa entre trastornos del comportamiento sexual con respecto al objeto con el que se obtiene placer erótico.
A veces, este comportamiento se toma hasta el punto de permitir que se llegue a una relación sexual, una práctica definida como triolismo por intercambio de pareja. En ciertos casos, la relación evoluciona hacia una unión estable entre las tres personas, conocido como ménage à troi."


La primera imagen que ilustra esta entrada es de William Etty que recoge el momento en que Candaules, rey de Lidia, muestra a su mujer a escondidas a Giges, uno de sus ministros, mientras ella se va a la cama. Seguro que muchos de vosotros os sentís identificados. Las siguientes imágenes son variantes de esa misma escena.


("UA-21720468-1")